Groucho Marx dijo: «Hijo
mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña
mansión, una pequeña fortuna…».
Para algunos Groucho parece muy perdido en su concepción materialista
de la felicidad pero lo que no aprecian quizás sea el objetivo de la frase, ya
que ésta no persigue precisamente definir la felicidad sino suscitarla.
Efectivamente, la risa es una manifestación
de nuestra felicidad. Pero, ¿por qué nos
cuesta tanto definirla, explicarla o conseguirla? Hay tantas explicaciones,
acercamientos y concepciones de la felicidad como personas ya que cada uno de nosotros construimos nuestra
propia idea, aunque a veces equivocada de la misma. Recordando a Maslow la
felicidad puede ser la satisfacción de las necesidades cubiertas, desde las más
básicas hasta las más complejas de carácter social y cultural. Pero no basta
tampoco con cubrir necesidades sino que además tenemos que ser conscientes de
que es así y disfrutar del momento.
Para Mayer la persona consciente de sí misma es aquella cuya claridad
emocional impregna todas las facetas de su personalidad; personas autónomas y
seguras de sus propias fronteras; que tienden a tener una visión positiva de la
vida, que cuando caen en un estado de ánimo negativo no le dan vueltas
obsesivamente y por tanto no tardan en salir de él. Su atención les ayuda a
controlar sus emociones. Es precisamente ahí en el control de las emociones
donde para Goleman reside la felicidad, y una de las capacidades fundamentales
dentro del concepto de inteligencia emocional. Esto se fundamenta en la idea de
que no somos felices por casualidad sino que controlamos nuestra vida y por
tanto nuestra felicidad. Somos felices porque queremos serlo. Así de fácil. Por
tanto podemos controlar nuestros sentimientos y como consecuencia nuestra
propia felicidad también. Meng un empleado de google dedicado a fomentar este
aspecto en su empresa ha llegado a la conclusión de que para ser feliz hace
falta:
La meditación: ser consciente del aquí y del ahora.
La conciencia: hacer un registro de los momentos felices
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